COMPETICIÓN & EXHIBICIÓN. Antagónico lo competitivo de lo exhibicionista. Cuándo nos acabaremos de convencer de que la L.L. es un deporte de competición (equiparable a cualquier otra manifestación deportiva) y no un apaño de exhibición popular y costumbrista. Ideal para contrastarla con las luchas folklóricas de la faldita escocesa y similares.

SERVIDUMBRE "CAMPEÓN DE CAMPEONES". A esa dependencia es a la que somete la tal denominación del Corro "Campeón de Campeones". Al limitarlo únicamente a quienes hayan ganado algún Corro, te arriesgas a dejar fuera -o cogerle por los pelos- a luchadores con una gran campaña y destacada clasificación general. Pero que no han ganado un Corro.

LIMITACIONES A SUPERAR. Sin un ápice de merma en la autoestima luchística, entendemos que procede reconocer que en la L.L. hay cosas que marchan bien y otras menos bien. Autocrítica paralela a la autoestima. Sin autocrítica, flaco favor se está haciendo al futuro -y presente- de la L.L.

EL ESPÍRITU DE LA AGRUPACIÓN. El espíritu de la extinguida -en mala hora- Agrupación Provincial de L.L., su filosofía de actuación, no pasaría por bastantes de los aspectos actuales de la Lucha con los que habría discrepado de plano.

MIRANDO AL RETROVISOR. Y con freno de mano; no pasarse. Matraca exhibicionera callejera, a rematar con el dichoso mantra de "los agarres" y no precisamente al Cinto: espontáneos "agarrados" de cualquier manera menos al Cinto consustancial con la L.L.